Misterios divinos

En el Calvinismo (Iglesia Reformada) existen cinco puntos llaman “las doctrinas de la gracia”. Estos quedaron fijados en 1619 en el Sínodo de Dort.

Personalmente, no creo que se pueda encasillar nuestra fe en puntos, debido a que hay cosas que no estamos capacitados aún para entender. Probablemente, cuando resucitemos, en la segunda venida de Jesucristo, entendamos estos puntos, que para mí, no dejan de ser misterios divinos. No me opongo ni los afirmo, solo los miro con paciencia y me percato que soy incapaz de entender la mente de Dios.

Empezaré refiriendo cuáles son los cinco puntos.

1. Depravidad total

Este punto afirma que como consecuencia de la caída del hombre en el pecado, cada persona está encadenada al pecado, por lo cual por naturaleza estamos inclinados a rechazar las leyes de Dios. Por esta razón, somos moralmente incapaces de elegir a Dios.

2. Elección incondicional

Aquí se afirma que Dios ha elegido desde la eternidad a aquellos a quienes Él traerá a sí mismo. Esta elección no está basada en méritos, virtudes o fe, sino que es una elección hecha por la sola misericordia divina. Aquellos no elegidos recibirán la ira de Dios.

3. Redención limitada

La salvación está limitada solo a aquellos que Dios ha elegido.

4. Gracia irresistible

Significa que cuando Dios se dispone a salvar a una persona, este ciertamente será salvo. Nadie se podría resistir a la gracia divina.

5. Perseverancia de los santos

Como Dios es soberano y su voluntad no puede ser frustrada por un humano o cualquier otra cosa, entonces a quienes Dios ha llamado perseverarán en la fe siempre. Si alguien se aparta de la fe significa que, o nunca fue salvo, o bien, en algún momento volverá a la fe.

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Ahora expondré mis dudas respecto a estos puntos.

1. Comencemos con la depravidad total. Si es verdad que el ser humano está absolutamente corrompido y es imposible acercarse a Dios con fe, entonces ¿cómo es posible que el centurión romano se haya acercado a Jesús y el mismísimo Jesús se haya asombrado al ver la fe de ese hombre?

Mateo 8, 5-13.

Al entrar Jesús en Capernaúm, se le acercó un centurión pidiendo ayuda.
—Señor, mi siervo está postrado en casa con parálisis, y sufre terriblemente.
Iré a sanarlo —respondió Jesús.
—Señor, no merezco que entres bajo mi techo. Pero basta con que digas una sola palabra, y mi siervo quedará sano. Porque yo mismo soy un hombre sujeto a órdenes superiores, y además tengo soldados bajo mi autoridad. Le digo a uno: “Ve”, y va, y al otro: “Ven”, y viene. Le digo a mi siervo: “Haz esto”, y lo hace.
Al oír esto, Jesús se asombró y dijo a quienes lo seguían:
Les aseguro que no he encontrado en Israel a nadie que tenga tanta fe. Les digo que muchos vendrán del oriente y del occidente, y participarán en el banquete con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos. Pero a los súbditos del reino se les echará afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y rechinar de dientes.
Luego Jesús le dijo al centurión:
¡Ve! Todo se hará tal como creíste.
Y en esa misma hora aquel siervo quedó sano.

Obviamente, no estoy afirmando que los seres humanos seamos seres buenos per se. Si no, no existirían versículos como Romanos 3:23. Es solo que veo una enorme diferencia en versículos que están dentro de la misma Biblia. Para algunos esto es causa de discusión, pero para mí, es solo darme cuenta de que ignoramos muchas cosas y que los misterios de Dios son insondables.

2. Prosigamos con la elección incondicional. En este punto no puedo evitar recordar a Jacob y su insistencia para ser “el elegido” a tal punto de luchar con Dios y vencerlo. Tampoco puedo evitar recordar versículos como los de Jeremías (capítulo 2, versículo 5) que dicen: 

«Antes de formarte en el vientre,
ya te había elegido;
antes de que nacieras,
ya te había apartado;
te había nombrado profeta para las naciones.»

3. Si la redención es limitada como afirma la Iglesia Reformada, entonces no me hacen sentido versículos como Juan 3, 16.

Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.

En este versículo, no encontramos algo así como una limitación de personas, más bien, pareciera ser que está abierto a todos a aquellos que tienen fe, pero no debemos olvidar que la fe es un don de Dios.

4. Si la gracia es irresistible, entonces me cuesta entender por qué Jesús nos exhorta a pedir, a buscar y a llamar.

Mateo 7, 7

Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá.

5. Finalmente, si pensamos en la perseverancia de los santos, me cuesta entender por qué Pablo nos dice que llevemos a cabo nuestra salvación con temor y temblor.

Filipenses 2, 12-13.

 Así que, mis queridos hermanos, como han obedecido siempre —no sólo en mi presencia sino mucho más ahora en mi ausencia— lleven a cabo su salvación con temor y temblor, pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.

No obstante, si continúan leyendo, nos muestra que Dios produce el querer como el hacer, lo que nos hace meditar.

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Al vislumbrar todo esto, yo no veo contradicciones ni razones para discutir con otras personas, sino más bien, concuerdo con el salmista y digo:

“Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; es muy elevado, no lo puedo alcanzar”  (Salmos 139, 6).

Esta es mi postura oficial respecto al tema, espero que me cuenten cómo lo ven ustedes.